Enero de 1814
Querida Mamá:
Hoy en nuestra retirada del frente Prusiano ocurrió algo que nunca pensé que podría pasar, Traicionaron a nuestro Emperador, Marchábamos hacia París, cansados,agotados de tanto sufrir en ese maldito invierno ruso, el cual se llevo a mi hermano. Cuando de la nada una lluvia de balas nos comenzaron a golpear, al principio pensábamos que eran los Prusianos y que nos habían tendido una emboscada, pero a los lejos se veía la bandera de la confederacion del Rhin, esa nación que nos protegería,.......Nos traiciono en el peor momento. Esos perros bastardos nos atacaron cuando pensábamos que ya estábamos a salvó, pero resulto que no, Napoleón posicionó a las tropas que todavía quedaban en pie al frente, Nuestro batallon estaba casi destruido pero no nos importo e igual nos posicionamos para la batalla.
Cuando nuestros cañones abrieron fuego la mayoría de nuestro ejercito respiro aliviado, sentíamos que ya no estábamos solos, pero nuestra moral alta no significo que lográsemos la victoria, Muchas bajas se causaron, pero esos malditos Alemanes no se querían rendir, querían su Independencia, Me hizo recordar a cuando me contaban las historia de los colonos británicos con su ansias de patriotismo, pero en vez de una historia contada de héroes Americanos y Franceses contra los malvados Británicos, fue una cruda sangría de cuerpos en una llanura, siendo nosotros los malos y los del Rhin los explotados.
12 horas de una cruda batalla llevo a la retirada de nuestro ejercito casi destruido, y un Napoleón enfurecido, yo mientras tanto veía como cada vez eramos menos en mi regimiento, ese mismo regimiento que viste partir de París, ese regimiento de 4000 jóvenes con ansias de aventura y acción, era ahora un regimiento de fantasmas de tan solo 1500. Cada batalla que vivimos nos fue juntando mas como seres humanos, pero de nada servía, cada vez morían mas jóvenes, esos mismos jóvenes que un día atrás decían que querían ver a sus familias, o que ya habría nacidos sus hijos.
Escribo esto en una noche lluvioso, melancólica, llena de sentimiento de muerte y ahogamiento, pero con un sentimiento de venganza que nadie nos sacara. Espero verte pronto y ver a mi amada Amelía y a mi pequeño Javier.
Atte Abelard Diapente 2°Regimiento de Linea Revolucionaria.
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